Un homenaje al’ antipoeta’ de todos los tiempos, Nicanor Parra
Google dedica este domingo un 'doodle' a quien fue el último de los tres grandes poetas chilenos, junto a Pablo Neruda y Vicente Huidobro.
Nicanor Parra, nació el 5 de septiembre de 1914 en San Fabián de Alico, Chile. Hermano mayor de la legendaria folclorista Violeta Parra, fue poeta y académico, además de matemático y físico, y es considerado uno de los grandes ‘antipoetas’ del universo lírico.
Se graduó como ‘Licenciado en Ciencias Exactas y Físicas’ por la Universidad de Chile, después se especializó en ‘Mecánica Avanzada’ en la Universidad Brown de Rhode Island (Estados Unidos) y amplió su formación en la británica de Oxford.
Los versos los descubrió en la ‘Escuela de Hombres’ de Chillán, donde el enfoque era Humanidades, a partir de ese momento la escritura fue parte fundamental de toda su vida. En 1996 dejó sus clases de ‘Mecánica Teórica’, después de una docencia de 51 años en la Universidad de Santiago de Chile, donde fundó el Instituto de ‘Estudios Humanísticos’ de la Facultad de Ingeniería, junto con otro poeta, Enrique Lihn. También fue profesor visitante de varias universidades estadounidenses, como las de Luisiana o Nueva York, donde aprovechaba la estancia para realizar lecturas poéticas.
Creador de la llamada ‘antipoesía’, que revolucionó el lenguaje de los versos y desafió la tradición con el más crudo lenguaje cotidiano. En su obra se unen el realismo y el surrealismo y se resalta un deseo de provocación y libertad.
Apasionado defensor de la democracia, en 1988 participó en su país en el Frente Amplio de Intelectuales por el No, que se constituyó con motivo del plebiscito de reafirmación convocado por el general Augusto Pinochet para ese año.
En 2011 fue el ganador del ‘Premio Cervantes’, sin embargo, no concedió entrevistas por considerar que toda pregunta era "una impertinencia".
Falleció el 23 de enero del 2018 en Santiago de Chile, a los 103 años y dejó un legado en la lírica de sus ‘artefactos’ y su ‘antipoesía’.
Aquí, tres poemas imprescindibles de su extensa obra:
LA MONTAÑA RUSA
Durante medio siglo
La poesía fue
El paraíso del tonto solemne.
Hasta que vine yo
Y me instalé con mi montaña rusa.
Suban, si les parece.
Claro que yo no respondo si bajan
Echando sangre por boca y narices.
ADVERTENCIA
Yo no permito que nadie me diga
Que no comprende los antipoemas
Todos deben reír a carcajadas.
Para eso me rompo la cabeza
Para llegar al alma del lector.
Déjense de preguntas.
En el lecho de muerte
Cada uno se rasca con sus uñas.
Además una cosa:
Yo no tengo ningún inconveniente
En meterme en camisa de once varas.
EPITAFIO
De estatura mediana,
Con una voz ni delgada ni gruesa,
Hijo mayor de un profesor primario
Y de una modista de trastienda;
Flaco de nacimiento
Aunque devoto de la buena mesa;
De mejillas escuálidas
Y de más bien abundantes orejas;
Con un rostro cuadrado
En que los ojos se abren apenas
Y una nariz de boxeador mulato
Baja a la boca de ídolo azteca
-Todo esto bañado
Por una luz entre irónica y pérfida-
Ni muy listo ni tonto de remate
Fui lo que fui: una mezcla
De vinagre y de aceite de comer
¡Un embutido de ángel y bestia!
'ARTEFACTO' PARA BENEDETTI
"A lo más que se puede aspirar
Es a dejar dos o tres frases en órbita
Que yo sepa don Mario dejó al menos una:
'La muerte y otras sorpresas'
¡Señor mío, la frasecita!".