La cucharita no se ha perdido… Está en el corazón de todos los colombianos

La Orquesta sinfónica Nacional de Colombia inició con una introducción con “Bombos y platillos”…  violines, violonchelos,  contrabajos, instrumentos de viento y percusión a Jorge Velosa y los Carrangueros, como en cual época medieval  anunciaban la llegada de un rey;  Inmediatamente el tiple y la guacharaca  interpretan la canción “El rey pobre”.

El público se mezclaba entre adultos mayores, jóvenes y niños seguidores de la agrupación que miraban con gran asombro el majestuoso espectáculo de alto nivel cultural.

Canción tras canción el maestro Velosa  comentó al público las historias de cómo  se dan  las letras de sus canciones en versos y rimas, interactuando con el público y a su vez con los músicos.  La “Gallina Mellicera” y “Por fin se van a casar” fueron aplaudidos por el auditorio que con el pasar del tiempo contagiaban el ambiente de fiesta.

Doce minutos de intermedio se dan para Artistas, músicos y espectadores;  Al  retomar la presentación todos los integrantes, incluyendo al director invitado el maestro Eduardo Carrizosa ingresan al auditorio “enrruanados”   A lo que el maestro Velosa  agrega: “De razón que cuando las ovejitas de mi tierra supieron que íbamos a tocar en ruana, entraron en pánico”

El tiempo pasaba entre música y risas; “La pirinola”, “La china que yo tenía”, “Boyaquito sigo siendo” aumentaron el ánimo de los espectadores que no dudaron en aplaudir y bailar con  “Julia, Julia, Julia”.

“Las diabluras” cerraba oficialmente el concierto sinfónico de carranguería, pero el ambiente era tal, que luego de la inesperada ovación se escuchaban los gritos pidiendo “otra”. La emoción hace que el  Maestro pida al público que escoja una de dos canciones para repetir.

Dando inicio al final, son interpretadas de nuevo: “La cucharita”, “La china que yo tenía”, “Las diabluras” y “Julia, Julia, Julia” a lo que sin pena ni asombro el público se para de su silla y empieza a bailar, sellando así el  “Pacto por la alegría” 

Al finalizar y antes de abandonar el escenario, el Maestro Jorge Velosa, se tomó un tiempo para saludar y agradecer a los asistentes, que emocionados  daban las gracias, por su música, su alegría y su humildad. 

Se notó el trabajo musical, se hizo sentir el  patriotismo con éste trabajo; Durante dos noches Jorge Velosa, los carrangueros y la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia llenaron el corazón de los Colombianos con “Cucharitas” de felicidad.