La Carrera Séptima: Columna vertebral de Bogotá

Septima.jpg
Foto: LAUD

Un recorrido por la Carrera Séptima es una de las tantas buenas  experiencias que puede tener todo aquel que este en Bogotá. Yo decidí tenerla sin afanes, disfrutando cada paso de la caminata que realice en esta vía emblemática de la ciudad. 

Cuando se decidió elaborar un especial de los sitios turísticos de Bogotá, por aquello de sus 477 años, muchos lugares se me vinieron a la mente: Monserrate, la quebrada Las Delicias, los cafés tradicionales, museos, en fin.

Pensé hasta realizar el tour por esos espacios emblemáticos en el Trusbog, que es el bus turístico verde, pero al ver que me tocaba el bolsillo y de qué manera,  decidí no hacerlo. La tarifa más barata es de 56 mil pesos por persona la cual incluye un recorrido panorámico: Audioguía, audífonos y mapa; hasta 255 mil pesos, comprende un tour por la Sabana de Bogotá, es una semana y con la posibilidad de entrada a distintos sitios, pero bueno no me voy detener acá.

Algo de lo que me ha extrañado de mi misma y creo que eso le sucede a la mayoría de bogotanos, rolos, rolos, es decir nacidos en esta ciudad, es que son muy pocas las fotos, o a veces ninguna, las que tenemos con esos sitios importantes de la capital; no le hacemos un reconocimiento y preferimos otros atractivos, fuera de la ciudad y del país para tener un recuerdo. Que yo sepa sólo tengo una foto con mi familia en Monserrate y eso fue hace mucho, pero mucho tiempo.

Decidí finalmente escoger la carrera Séptima, caminar y darle rienda suelta al ya popular Septimazo, pero no en la noche si no en horas de la mañana. Al empezar el recorrido vi las bicicletas las cuales prestan y se encuentran estacionadas en la Séptima con 24. Por lo tanto decidí un “biciseptimazo”, intento fallido porque me faltó un pequeño detalle: la inscripción previa en la página web del IDRD www.idrd.gov.co/pedalea_por_bogota/ y luego sí solicitar el préstamo.

No pude transitar por este medio de transporte ecológico que cada día está teniendo más acogida entre los bogotanos y en buena hora. Niños, jóvenes adultos la utilizan y no importa la pinta, pues ejecutivos con corbatas también la aprovechan.

Pero como no me movilicé en bicicleta lo hice a pie, de norte a sur. Qué plan tan delicioso. Fui sola  y lo disfrute paso a paso, esquina tras esquina. La peatonalización de esta vía ha sido la mejor decisión que una Administración Distrital haya podido tomar, a pesar de las críticas que ha recibido.

La peatonalización inició en al año 2012 con el tramo correspondiente entre la Plaza de Bolívar y la calle 19, posteriormente se ha ido ampliando, pues ahora va hasta la calle 24 (del sur al norte). En este corredor, el cual fue arrebatado a los carros, pitos, humo, ahora se puede apreciar la cultura, el deporte, el comercio y se respira historia cuando se pasa por distintos lugares, los cuales hablan solos como el parque Santander, la iglesia de San Diego, la Plaza de Bolívar y el teatro Jorge Eliécer Gaitán, en el cual había una fila larga de personas quienes iban a reclamar su entrada para Rock al Parque.

Por este misma zona se encuentra la pastelería La Florida, calle 7 con 21, con más 70 años de existencia para degustar el tradicional chocolate con queso, pan y mantequilla. Posteriormente me encontré con la iglesia de Las Nieves y su fachada un poco deteriorada, no le hace caso a la majestuosidad y la imponencia de su interior.

Más adelante llegué a la calle 19, aproveché y pasé por el edificio Bacatá para estar al tanto de cómo iba  la obra. El proyecto va a ser la edificación más alta del país con 66 pisos y 114.384 metros cuadrados de construcción total, ubicado en la calle 19 con carrera quinta. Tendrá cinco usos: vivienda, oficinas, hotel, centro comercial de convivencia y parqueadero, ahora está en su fase final.

Seguí el recorrido, encontrándome con el parque Santander, primero denominado Plaza de la Hierbas y luego parque San Francisco. Colinda con el edificio Avianca, el Banco de la República y al frente la Iglesia de San Francisco. Un poco al sur cruza la avenida Jiménez en donde se encuentran los vestigios de los rieles del antiguo sistema de tranvías, desaparecidos de la realidad urbanística de la ciudad a principios de los años cincuenta del siglo pasado y según el escritor bogotano César Augusto Prieto, “un retroceso para el sistema de transporte masivo de la ciudad, lo cual se refleja en el caos de actualidad”.

Ahora con las nuevas obras implementadas por la Séptima, desde la avenida Jiménez, se quiere retomar los rieles  para que pase el metro ligero, sin embargo esto aún no está definido y seguirá así porque de metro se habla en Bogotá hace más de 70 años y hasta ahora no se ha construido ni un centímetro.

Posteriormente, siguiendo con el recorrido me encontré con el almacén Tía (Tienda Internacional Americana) ubicado en la carrera 7 con 17, el primero de estos almacenes inaugurados en  Suramérica. Se considera pionero de los grandes supermercados que hoy abundan en el país. Este sitio es especial para mí, pues era donde comprábamos los muñecos que iban a integrar el pesebre navideño y a sus afueras se podía encontrar el mejor pandebono que había en la ciudad.  

Finalmente llegué a la plaza principal de Bogotá, la Plaza de Bolívar, en donde se encuentra el Palacio de Justicia, al sur el Capitolio Nacional, al oriente la Catedral Primada de Colombia, la Casa del Cabildo Eclesiástico, la Capilla del Sagrario y el Palacio Arzobispal y al occidente el Palacio Liévano, sede de la Alcaldía Mayor de Bogotá y al suroriente el Colegio Mayor de San Bartolomé de los jesuitas.

La Plaza con la presencia imponente del prócer Simón Bolívar desde 1846 ha sido testigo de todas las manifestaciones sociales. También no pueden faltar las palomas las cuales sirven de modelos para los transeúntes y turistas que se quieren tomar una foto a cambio de un grano de maíz. Y por supuesto también los vendedores, lustradores de zapatos y fotógrafos quienes se quejan pues su oficio está siendo desplazado por los celulares.

Según dijo el historiador Alberto Escobar Wilson-White, la historia de la carrera Séptima está relacionada con la fundación misma de la ciudad porque se dice que la vía era el  antiguo camino de sal. “Era una vía prehispánica por la cual los indígenas se comunicaban con  la región donde está actualmente Zipaquirá. Corre en sentido norte – sur bordeando los cerros Orientales y se puede considerar la columna vertebral de Bogotá”.

Distintos nombres que ha tenido esta importante avenida: Durante la colonia se conoció como la Calle Real, después de la Independencia como la avenida de la República y ahora avenida Alberto Lleras Camargo,  dan cuenta como en los diferentes periodos la gente  le ha dado la debida importancia a la vía. Desde el punto de vista arquitectónico a lo largo de su trazado se puede reconstruir la historia de Bogotá, desde la Plaza de Bolívar, especialmente porque alberga zonas muy antiguas como La Candelaria y otras de primera mitad del siglo pasado como La Merced, Quinta Camacho y casonas de estilo inglés y francés.

Obras para la peatonalización de la carrera Séptima

Dentro las obras de reestructuración, la vía se está adecuando para lograr la revitalización del centro de Bogotá. Según el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), en los acabados de la peatonalización se está utilizando mármol Royal Veta y para el espacio peatonal, la adecuación de jardineras contará con un área de 9.400 m2.

La carrera Séptima peatonal será un museo a “cielo abierto” para que los ciudadanos y visitantes puedan recordar la existencia del tranvía mediante la exposición permanente de los rieles hallados en las excavaciones para la peatonalización de esta tradicional calle bogotana.

Según la Carta Internacional para la Gestión del Patrimonio conservar en el lugar (“in situ”), debe ser el objetivo principal para la preservación del patrimonio.

Por esta razón la Séptima Peatonal contará con vitrinas iluminadas, bajo el nivel del espacio público, para exhibir los rieles a la altura del Museo de la Independencia y en el sector comprendido entre la calle 12c y 12b.

Unos de los referentes estudiados para la propuesta museográfica de la Carrera Séptima fueron el de la Plaza Petar Zoranicy Sime Budinic, Zadar Croacia. Igualmente los restos arqueológicos de la Antigua Iglesia de San Juan Bautista,Madrid, España (2003).

Debido a los trabajos de museografía aprobados el Instituto de Desarrollo Urbano, IDU, prorrogó hasta el 25 de julio pasado el plazo para la entrega de la Séptima Peatonal fase 1 y adicionó en una suma cercana a los $2.400 millones el contrato, con lo que se espera concluir las obras como la red matriz de acueducto y el realce de la placa a las víctimas del Palacio de Justicia.

Especial Bogotá turística

La terquedad le da vida a las librerías

Bogotá vista desde el rascacielos más alto del país.

El Chorro de Quevedo un punto de encuentro y de recuerdos

Share this