‘Gaspar, el señor de las nubes’, nueva creación de la Libélula Dorada

Actualmente existen en el mundo, solo ocho especies de osos, uno de ellos es el de Anteojos, también conocido como ‘Oso Americano’ o ‘Ukumari’ en lengua quechua, ‘Mashiramo’ para los indígenas Yukpa, ‘wii’ para los Embera-Katio o ‘Señor de las Nubes’ para los U’wa. Su nombre se deriva de las manchas que tiene alrededor de los ojos, el hocico y el pecho. Es un caminante solitario, excelente trepador y cumple importantes funciones como polinizador. Su constante trasegar dinamiza la vida de los bosques, permitiendo que el sol penetre y se reactiven los suelos. Por todo esto, el oso de anteojos, es una especie fundamental para la conservación de los páramos y los bosques andinos. En Colombia se estima que existen solamente 8.000 ejemplares, los cuales habitan en 22 parques naturales, entre ellos Chingaza y el Páramo de Sumapaz.

La importancia de esta especie para el ecosistema y su caza furtiva, no pasaron desapercibidas para los integrantes de la Libélula Dorada, quienes además conocieron la historia de un oso de anteojos que había sido capturado y despojado de sus garras, para ser amaestrado y usado como espectáculo en un circo, en el año 1995. A partir de ese suceso, la inquietud de usar las herramientas artísticas para contribuir a la conservación de estos animales, fue una constante para Iván y Cesar Álvarez, quienes, en medio de la pandemia, encontraron el tiempo requerido para iniciar el proceso, dramatúrgico y de pre-producción, de la obra de títeres, ‘Gaspar el señor de las nubes’.   

Se construyó un texto dramático, que cuenta la historia de Gaspar, un oso de anteojos, quien desde muy cachorro, es perseguido, cazado y sacado de su hábitat, el páramo. Su infortunio como especie en extinción, lo lleva a ser domesticado, a ser privado de sus garras y ser robado. El oso es vendido a un mágico circo gitano. En medio de uno de sus espectáculos el lugar es incendiado para cumplir una horrible venganza, Gaspar es salvado por el policía Toño y es llevado a un zoológico. En cautiverio conoce a una osa llamada Rosita, que fue rescatada de una finca donde la tenían encerrada, encadenada, maltratada y mal alimentada. La pareja de osos, gracias al devoto oficio de sus benefactores, es devuelta a su hábitat. Gaspar, tiene un feliz reencuentro con sus progenitores, que se ven convertidos en abuelos osos, gracias a la pareja.

En la obra también se encuentran, Omar, el domador; Vandalia, la mujer elástica; Samuel Boom, el hombre bala; Caín y Abel, los payasos del paraíso y Emiliano el enano, entre otros.

Esta obra fue ganadora del estímulo ‘Beca de creación para la reactivación del sector cultural de las artes escénicas’ de Idartes y de la ‘Beca creación en el campo de los títeres, marionetas y animación de objetos Rayuela’ del ‘Programa Nacional de Estímulos’ del Ministerio de cultura.

Mas información de la obra aquí.