Una especie de abeja evolucionó hasta tener un diente que le permite comer carne

Un estudio publicado por la Sociedad Estadounidense de Microbiología comprobó que existen abejas que dejaron el polen por la carne. Aun así, su miel sigue siendo dulce y comestible para los humanos.

Se trata de las abejas buitre, una especie originaria de las selvas de Costa Rica,  poco conocida, que  ha desarrollado un diente extra y unas bacterias intestinales que les permite digerir la carne de cadáveres, pues contienen ácidos similares a las que se encuentran en los buitres, las hienas y otros animales que se alimentan de carroña.

Según el coautor del estudio Quinn McFrederick, también entomólogo de UC Riverside, debido a la intensa competencia por el néctar, está especie no solo ya no cuenta con aguijón, sino, que en vez de utilizar los “bolsillos” de sus patas traseras,  para el polen, ahora lo han reutilizado como “canastas de pollo”.

Para lograr esta investigación, el grupo de científicos instaló unos cebos de pollos crudos suspendidos en ramas y untados con vaselina para disuadir a las hormigas, en el bosque,  en los que lograron recolectar un grupo de abejas buitre y analizar sus entrañas y genética en detalle.

A lo que, Doug Yanega, entomólogo de la Universidad de California en Riverside concluyó “Estas son las únicas abejas en el mundo que han evolucionado para utilizar fuentes de alimentos no producidas por plantas, lo que es un cambio bastante notable en los hábitos alimenticios”, explicando además que “a diferencia de los humanos, cuyas entrañas cambian con cada comida, la mayoría de las especies de abejas han retenido estas mismas bacterias durante aproximadamente 80 millones de años de evolución”, lo que quiere decir que una abeja vegetariana típica podría estar cambiando sus hábitos de consumo.

El equipo de investigación planea profundizar más en los microbiomas de las abejas buitre, con la esperanza de aprender sobre los genomas de todas las bacterias, así como sobre los hongos y virus en sus cuerpos. Para esto, también recolectó abejas que se alimentan tanto de carne como de flores, y algunas que solo se alimentan de polen, tarea que no es tan sencilla, puesto que aunque no muchas pican, unas pocas que producen secreciones que causan ampollas dolorosas.