Una charla de día sobre la educación de noche

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Foto: LAUD

El SENA ofrece cursos de madrugada en el centro de la ciudad beneficiando a más de 600 estudiantes en Bogotá , sin embargo este escrito será para recordar la sede más importante en la madrugada capitalina.

Fabio Molano por cuatro años  fue el coordinador académico de la sede Centro de Gestión de Mercados, Logística  y Tecnologías de la Información, ubicada en la Avenida Caracas con calle 52, conocido informalmente como la sede de mercadeo.

Ese edificio desde 2004 al 2008, de 10 de la noche a 5:40 de la mañana quedaba bajo la batuta de Fabio, un hombre enamorado de la educación y de la institución. Su vinculación laboral inició hace más de 27 años. Habla con orgullo de las madrugadas agotadoras pero satisfactorias en las que compartió con muchos estudiantes, en algún momento fueron cerca de  500, más administrativos e instructores.

Fabio fue el mejor en la convocatoria interna realizada por el subdirector de la zona Centro  por  eso jamás pasó por su mente que ese horario fuera una manera de degradarlo laboralmente, para él fue un reto, no obstante los primeros meses fueron difíciles especialmente para acostumbrar su cuerpo a los nuevos horarios de sueño, de digestión y hábitos. En su casa su esposa e hijos lo apoyaban pero estaban preocupados por su salud.   

La madrugada ofrecía tres áreas en esa sede: Mercadeo, Logística y Ventas. Confiesa haberse quedado dormido en algunas ocasiones al frente de su computador, los estudiantes e instructores también de vez en cuando eran vencidos por el sueño, pero lo más complejo era luchar ante el clima capitalino, el cual describe como un frio óseo difícil de vencer.  

Le pregunto sobre el estigma de trabajar en la noche, ese imaginario general que es un lugar de prostitutas, ebrios y delincuentes. Sonríe un poco y me dice sí ese es el imaginario y habla sobre la esquina de la Caracas un lugar ruidoso en donde pasa de todo “en la calle había escándalos, atracos, robos y estrelladas” comentó con un aire de nostalgia. 

Las clases en la madrugada nacieron como un ensayo. La idea fue del director de la época Darío Montoya con un principio simple, el SENA no cierra.

La rutina del coordinador comenzaba entre las 8 y 8:30 de la noche, a esa hora salía de la casa para el SENA, allí debía estar a las 10 de la noche, estaba pendiente de los horarios, el bienestar de los alumnos de cualquier detalle hasta terminar su jornada a las 5:40 de la mañana, caminaba hasta TransMilenio e iniciaba su regreso a casa, no se preocupaba por los trancones. Cuando él desayunaba su familia comía.

Al comenzar sus funciones como coordinador la sede contaba con 12 instructores, su empatía por ellos era intensa, ya que el cumplía con la parte administrativa mientras los instructores todo el tiempo en clase, de pie por lo menos dos horas seguidas, el cambio de clase y seguían en lo mismo. Su mayor sorpresa era que algunos de ellos salían en la madrugada a dar clases universitarias, él los llama gente guapa, dormían de 4 de la tarde a 8 de la noche, él no sabe si era amor a la profesión o la necesidad de dinero. Con mucho orgullo cuenta que llegó a tener 50 instructores. 

En el 2006 y 2007 fue la mejor época el pico de la madrugada, después comenzó el ciclo de decadencia, lo horarios académicos cambiaron de lunes a viernes a dos o tres días en la semana. 

¿Por qué se dejó caer la jornada?  Fabio me dice no saber el porqué, además comenta que en ese momento esa era la sede más importante en Colombia en la jornada madrugada. 

Con el fin de la jornada me aclara que no hubo problemas laborales, los instructores continuaron con la institución, sin embargo me confiesa que los docentes se desmotivaron cuando recortaron la jornada de 40 horas semanales a la mitad o incluso menos eso sí perjudicó los sueldos. 

A pesar de todo no estoy satisfecho por su respuesta, quiero saber por qué salió de la coordinación. “Ahí hubo celos, no sé de parte de quién, nunca se me dijo el motivo de mi remoción del cargo, no sé quién dio esa orden” dijo Fabio Molano.

Es un misterio el por qué del cierre, lo de los celos, de ser cierto, es una vergüenza, sin embargo Fabio acota sobre la jornada la cual estaba muy bien posicionada, contaba con un buen número de estudiantes y él manejaba la parte administrativa con fluidez, recuerda el nombre de dos trabajadores Olga Marina Duque y Luis Carlos quienes fueron su mano derecha. 
En el momento de su retiro el cuerpo docente y algunos alumnos mostraron su inconformidad. 

La salida de su coordinación no significó un ascenso en el SENA, simplemente un cambio, ahora él es un instructor. Su sueldo es menor porque en aquel momento el recibía en su remuneración el recargo nocturno. Fabio recuerda que uno de sus antiguos  jefes le dijo con molestia pero en tono amistoso que él recibía un mejor sueldo, sin duda al superior eso le molestaba. 
En ese momento entiendo mejor lo de los celos. 

Celos, envidia, eso jugó en contra de Fabio quien con tristeza me dice que si él seguía en ese cargo no dejaba cerrar esa jornada. 

Sin duda su autonomía absoluta en la noche no fue bien recibida, él generaba poder económico y decisorio, además administraba recursos, todo lo que pasaba en el edificio, pasaba por él.   
Uno de los estudiantes,  Andrés Poveda es hoy instructor del SENA su rutina en el 2006 iniciaba a las 9 de la mañana hasta las 5 de la tarde en Codensa como asesor de crédito, a las 10 de la noche entraba a estudiar hasta las 6 de la mañana, dormía en los buses y los fines de semana, esa rutina la hizo por año y medio. Luego estudio archivística por un año en la madrugada, no terminó ese curso porque siguió sus estudios en la universidad. 

Andrés agradece al SENA y cuestiona a los alumnos porque considera que no todos valoran o aprovechan toda la ayuda de la institución. 

Finalmente Antony Triana, subdirector de Gestión Administrativa, nos comenta cerca del presente de la madrugada. El epicentro es la sede centro,  la de la Jiménez con Caracas, él tiene la certeza que la jornada no va terminar, por lo menos continuará con los mismos cursos, sin embrago cree que seguirá creciendo. 

Espero que así sea.   

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