Sin destripar ‘Spider-Man: No Way Home’

Con la tercera película dirigida por Jon Watts creíamos que serían el fin de la era de Tom Holland como protagonista, sin embargo, antes del estreno el propio actor confirmó que continuaría y es entendible esta determinación debido al impacto que ha logrado, más la atención que se vive en las redes gracias a la relación entre él y Zendaya.

Parece un tema menor, por lo menos más de farándula que de cine, pero en la anterior uno de los ingredientes con los que más se impulsó esas dos cintas de Marc Webb fue la relación entre Andrew Garfield y Emma Stone (Gwen Stacy).

El inicio de la cinta nos lleva al final de ‘Spiderman: lejos de casa’ cuando Mysterio (Jake Gyllenhaal) acusa y revela la identidad del superhéroe lo que transforma la existencia de Peter Parker y lo convierte en una especie de celebridad para unos y de asesino para otros, la vida del solitario adolescente es un caos, pero también de todos los que lo rodean, su novia MJ (Zendaya), su tía May (Marisa Tomei) y su mejor amigo Ned (Jacob Batalon).

Con su tía deben dejar el apartamento que es asediado por la prensa, por su parte MJ y Ned no fueron recibidos en la universidad pese a sus buenas calificaciones. Peter para transformar esa realidad busca a Doctor Strange (Benedict Cumberbatch) para que realice un hechizo que pueda cambiar su situación.

Debido a uno que otro cambio que va pidiendo el adolescente el hechizo sale mal y se abre el multiuniverso, así que los enemigos que habíamos conocido en las anteriores cintas vienen por Spiderman.

Ante este desastre los efectos especiales y las escenas de acción se apoderan de la gran pantalla y como es habitual el humor siempre presente y lo único que podemos extrañar es que el rock ya no está como en las anteriores cintas.

Las 2 horas 28 minutos parecen poco para tanta acción y emoción, sin duda ‘Spider-Man: No Way Home’ es el estreno más importante del año y está a la altura del fenómeno de Los Avengers.