'Nomadland': Sobrevivir al lado del camino

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Foto: Nomadland, de Chloé Zhao DISNEY

La ganadora a mejor película en los Óscar es una de esas joyas que nos ayuda a comprender el mundo.

Tan lejana y tan cercana. Vemos la historia de una directora que nació en Pekín, creció en Brighton y ahora vive en los Estados Unidos. Chloé Zhao tiene en su vida la mirada de Asia, Europa y América, como diría León Tolstói “Pinta tu aldea y describirás al mundo”.

La mirada de Zhao es intima, ya lo ha demostrado en su filmografía de tres producciones ‘Songs My Brothers Taught Me’ (2005); ‘The Rider’ (2018). Creaciones con las que se consolidó como una de las directoras más originales en los Estados Unidos. Reinan en su universo visual los actores naturales y un escenario en el que dudamos si estamos ante una documental o una ficción. La realidad y la autenticidad son uno de sus sellos.

Ahora, esta sin duda en las grandes ligas, ganadora del Óscar a mejor directora con ‘Nomadland’ (2020) una cinta que lamentablemente no ha llegado al corazón de la taquilla, pero sí de la crítica en la que arrasó en todos los festivales en las que se proyectó.

Con la apertura de las salas de Cine Colombia por fin en el país puede ver esta maravilla visual en pantalla gigante.

Frances McDormand logra con su actuación su tercer Óscar en esta categoría, además de uno más que recibió por mejor película, ya que es la productora. Como es habitual ella es enorme en su rol, estamos acostumbrados en ver su cara dura, más fuerte que un súper héroe de Marvel, pero sin perder rasgos de humanidad, es decir estamos ante una mujer que no teme pelear, que no es otra cosa que sobrevivir, pero es consiente de la fragilidad de la vida y lo dependientes que somos de un sistema que carece de humanidad.

El filme se inspira en un caso real, en una investigación de la periodista Jessica Bruder que tras vivir en la carrera plasmó sus vivencias en el libro ‘País nómada’ (Capitán Swing).

Fern (Frances McDormand) después de haberlo perdido todo, su vida se desmorona tanto la estabilidad económica como afectiva, su esposo murió y la comarca donde vive se convirtió en un pueblo fantasma luego que la mina en la que trabajaban cerró. Así que decide iniciar una nueva vida en la carretera.

Una nueva realidad, una vida de supervivencia, una odisea que la lleva a conocer a otros estadounidenses que son nómadas y también son una familia.  Un viaje que comienza en Nevada hacia el oeste estadounidense en una casa rodante, alejada de las convenciones sociales.

Las imágenes son bellas, llenas de nostalgia y tristeza. Su tono es cercano, empático con una mirada a la precariedad laboral que evidencia lo peor del capitalismo.

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