LetrArte Editores hace un homenaje al Paisaje Cultural Cafetero, Patrimonio de la Humanidad

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Foto: www.cronicadelquindio.com

LetrArte Editores cierra el año con buenas noticias, pues presentará la tercera entrega de la colección Pueblos, que propone, desde una perspectiva sensorial, el descubrimiento de los protagonistas y los valores que identifican la diversidad cultural y material de nuestros pueblos.

LetrArte Editores, consecuente con sus objetivos de identificar, exaltar, rescatar y divulgar nuestro capital histórico y cultural, presentará la tercera entrega de la colecciónPueblos, una invitación a recorrer la cultura colombiana, nuestros poblados y sus alrededores con una mirada sensible, íntima y serena, que permite descubrir la inmensa belleza que encierran.

Pueblosesuna colección de 32 libros, que registran la presencia y la historia de 32 pueblos colombianos, uno por departamento. En el 2009 se publicaron Barichara (Santander), Santa Fe de Antioquia (Antioquia) y Villa de Leyva (Boyacá); en el 2010, Ambalema (Tolima), Providencia (San Andrés y Providencia) y Del Cabo de la Vela a Nazareth (La Guajira).

Este año, Salento (Quindío), Salamina (Caldas), Marsella (Risaralda) y El Cairo (Valle del Cauca), cuatro pueblos de los cuatro departamentos que conforman el llamado Paisaje Cultural Cafetero, recientemente declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.

El Paisaje Cultural Cafetero, Patrimonio Cultural de la Humanidad

De acuerdo con Juan Luis Isaza, director de Patrimonio del Ministerio de Cultura, quien estuvo al frente del proceso de postulación del Paisaje Cultural Cafetero ante la Unesco, esta se llevó a cabo porque el estado colombiano consideró que este territorio cultural cumple con por lo menos dos de los criterios establecidos por la Unesco para que un sitio forme parte de la Lista de Patrimonio Mundial, tal como lo reconoció el Comité de Patrimonio Mundial en su decisión del 25 de junio del 2011.

Según el criterio No. V, “El Paisaje Cultural Cafetero de Colombia es un ejemplo destacado de un paisaje cultural centenario, sustentable y productivo, en el cual el esfuerzo colectivo de varias generaciones de familias campesinas forjó excepcionales instituciones sociales, culturales y productivas, generando, al mismo tiempo, prácticas innovadoras en el manejo de los recursos naturales bajo un paisaje de condiciones extraordinariamente difíciles. La finca cafetera típica en el PCC se encuentra ubicada en un arduo paisaje de empinadas montañas, en donde se articula la forma y diseño del paisaje cafetero, su tipología arquitectónica y el estilo de vida de sus comunidades. Ellas lograron crear una identidad cultural sin paralelo, en donde el aspecto institucional relacionado con el PCC no tiene igual en ningún otro sitio cafetero en el mundo”.

De acuerdo con el criterio No. VI, por otra parte, “La centenaria tradición cafetera es el símbolo más representativo de la cultura nacional en Colombia, por la cual el país ha obtenido reconocimiento en el ámbito mundial. La cultura cafetera ha llevado a ricas manifestaciones tangibles e intangibles en el territorio, con un legado único, que incluye, entre otros aspectos, la música, la gastronomía, la arquitectura y la cultura, legados que han pasado de generación en generación. La tipología arquitectónica única de las fincas cafeteras y la mayor parte de los edificios en las áreas urbanas, evolucionó a través del uso de los materiales locales disponibles, en particular la especie nativa única conocida como la guadua angustifolia. El PCC representa una armoniosa integración del proceso productivo, de la organización social y de la tipología de la vivienda, únicos en el mundo y necesarios para el desarrollo de la cultura del café en un área rural tan difícil”.

Asimismo, el paisaje cumple con las condiciones de integridad y autenticidad del bien. En cuanto a “Integridad”, se destaca que “Los elementos propios de adaptación social a un único uso de la tierra y el desarrollo de tradiciones culturales y sociales altamente específicas, desarrolladas alrededor de la producción del café, demuestran el Valor Universal Excepcional del sitio”.

En cuanto a “Autenticidad”, “El Paisaje Cultural Cafetero de Colombia es un auténtico reflejo de un proceso centenario de la adaptación del hombre a las condiciones geológicas, hidrológicas, climáticas y naturales de esta zona, conocida en el ámbito nacional e internacional como el "Eje Cafetero". El PCC muestra un extraordinario grado de autenticidad, sin adiciones contemporáneas incongruentes a su patrón arquitectónico tradicional y sin modificaciones sustanciales a los pequeños pueblos ubicados tanto en el área principal como en el área de amortiguación del sitio”.

Reconocimiento internacional a la cultura cafetera

Para Juan Luis Isaza, que el Paisaje Cultural Cafetero haya sido declarado como Patrimonio Cultural de la Humanidad tiene varios significados:

  • Significa, dice Isaza, “que el mundo entero reconoció el valor universal excepcional de este sitio y que ahora es patrimonio cultural de toda la humanidad”.
  • El reconocimiento “implica un compromiso del Estado y de todos los colombianos y colombianas por su preservación como un paisaje que es a la vez cultural y productivo, y que debe seguir siendo sustentable desde el punto de vista social y económico.
  • Significa, además, “el derecho de toda la humanidad a conocerlo, admirarlo y a aportar a su preservación como un paisaje vivo y sustentable”.
  • La declaración por parte de la Unesco es también “el reconocimiento al legado de más de un siglo de cultura cafetera forjada con grandes dificultades por las condiciones del territorio, el clima, las condiciones económicas”.
  • Promueve que “el mundo nos recuerde la belleza de este territorio y el privilegio de hacer parte de él y el reconocimiento, además, de la inmensa diversidad cultural que caracteriza nuestro país y que es base de nuestra identidad”.
  • Asimismo, significa mucho para todas las entidades, universidades, Federación Nacional de Cafeteros y sus comités departamentales y municipales y personas que, por más de diez años, han trabajado de manera incansable en las investigaciones, recorridos de campo, jornadas arduas de trabajo para consolidar el expediente que fue el soporte técnico para que el Comité de Patrimonio Mundial tomara la decisión de inscribir el Paisaje Cultural Cafetero en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
  • Con esta inscripción se fortalece, además, la representación de la región de los países de América Latina y el Caribe en la Lista de Patrimonio Mundial, y se abre aún más la posibilidad de conocer, valorar e integrar territorios culturales al desarrollo económico y social de las comunidades, con lo cual este proceso también aporta al cumplimiento de los objetivos del milenio, en especial aquellos relacionados con la disminución de la pobreza y la creación de alianzas para el desarrollo.
  • La inscripción del Paisaje Cultural Cafetero en la Lista de Patrimonio Mundial, afirma Juan Luis Isaza, traerá grandes beneficios para el país, ya que no solo se aumenta el sentido de pertenencia y apropiación social del patrimonio cultural, sino que se impulsan procesos como el turismo sostenible, el fortalecimiento de capacidades, la paz y la prosperidad de Colombia.

Pueblos, la búsqueda de la belleza

Con esta colección, LetrArte Editores eligió el camino de la síntesis. Es decir, la búsqueda de esa belleza en la imagen cercana, que tiene la capacidad de expresar, en su sencillez, la esencia de lo observado. Lo hace en sus características tangibles o en los significados que se perciben más allá de sus formas y que permiten imaginar (o adivinar) los protagonistas que, a través de los tiempos, en perfecta armonía con la naturaleza, los han construido, otorgándoles una sólida identidad y que representan la maravillosa diversidad que conforma nuestro patrimonio cultural.

Para el ex Presidente Belisario Betancur, quien ha tomado parte en este proyecto desde sus inicios, “la colecciónPueblos es una invitación a recorrer el territorio colombiano con mirada sensible, serena y escrutadora, que descubra los pliegues íntimos del cuerpo y el alma de la patria”.

Se trata de una edición de lujo, en la que los lectores se podrán deleitar con el talento de reconocidos escritores y poetas, porque cada uno de los libros cuenta con dos textos, uno histórico y otro poético.

Esta colección “es la búsqueda y el hallazgo de la belleza que se esconde en los bellos enigmas de la geografía tropical, de dos océanos, ríos como mares y tres cordilleras opulentas. Y en ellos, el ser colombiano en su orgullosa identidad, en su excelsa autenticidad, dejada como huella en los pueblos a través de la historia, por el campesino y el obrero, por el intelectual y el empresario, por el artesano y el artista”, comenta Betancur.

Los trabajos más nobles, los materiales como la madera, la paja, el bahareque y el ladrillo son testigos de la creatividad de los colombianos y hacen parte de una tradición y una cultura que pide a gritos ser contada para ser querida y apreciada.

Juan Luis Isaza, director de Patrimonio del Ministerio de Cultura, destaca también que “los cuatro municipios que conforman la tercera entrega de la colección Pueblos se destacan por los valores culturales y naturales de su conformación rural y urbana, ya que hacen parte de todo el proceso de ocupación del territorio con una forma de organización espacial ligada al paisaje y a la principal actividad de sustento de las familias por más de cien años: el café”.

Los libros son un objeto de valor

La colección Pueblos, de LetrArte Editores, “contribuye al conocimiento y apreciación del valor cultural de algunas de las poblaciones que hacen parte del Paisaje Cultural Cafetero, con un punto de vista que privilegia las características estéticas de estas poblaciones”, afirma Juan Luis Isaza.

Cada imagen –añade el experto– “brinda al lector el valor de esos detalles que de otro modo podrían pasar desapercibidos, y le da la posibilidad de tener nuevas formas de interpretación y por ello de apropiación social del patrimonio cultural, que es el factor más importante de relación entre las comunidades y la cultura”.

La fotografía

Con exquisitas imágenes sensoriales, más que documentales, Antonio Castañeda Buraglia nos lleva de la mano por recorridos reveladores de la esencia de los pueblos. Nos invita a acariciar y a descubrir, como lo hace la luz, la materia y el hombre que la ha moldeado, para hacerla parte de su vida a través del tiempo.

Novedad fotográfica

Los cuatro nuevos volúmenes de la colección Pueblos tienen una foto desplegada realizada bajo la técnica “de frente”, recurso novedoso empleado por Antonio Castañeda Buraglia en la colección La historia de frente. Arquitectura de…, también de LetrArte Editores, que ofrece la representación planimétrica de las fachadas, en este caso de uno de los costados de la plaza de cada pueblo.

La foto desplegable del libro de Salamina corresponde, específicamente, a San Félix, el corregimiento más importante de este pueblo cafetero.

Los textos

Cada uno de los libros tiene el placer de ser narrado por grandes personajes de nuestro país. En el 2011, LetrArte Editores se suma al homenaje que representa la reciente declaratoria de nuestro Paisaje Cultural Cafetero, por la Unesco, como Patrimonio de la Humanidad.

En esta tercera entrega de la colección participaron:

Roberto Restrepo Ramírez y Octavio Escobar Giraldo, con los textos sobre Salento.

“Salento, una estación del espíritu en medio de las montañas” (Octavio Escobar).

Carlos Arboleda González y Valentina Marulanda, con los textos sobre Salamina.

“Asentada en las montañas de la cordillera Central, lejos de cualquier encrucijada de caminos que propicie el turismo en masa, sin aspaviento, pero con discreta altivez, avanza Salamina hacia su bicentenario. El pueblo de balcones y portones calados es revisitado en memoria e imágenes” (Valentina Marulanda).

Álvaro Zuluaga Ramírez y Eduardo Peláez Vallejo, con los textos sobre Marsella.

En el fondo de la historia, el hombre perteneció a la tierra. En nuestra época, la tierra es del hombre y tiene sus facciones. La historia porta futuro y el tiempo transfigura la naturaleza” (Eduardo Peláez).

Ricardo Hincapié Aristizábal y Antonio Castañeda Buraglia, con los textos sobre El Cairo.

De este pueblo asentado en las alturas del Valle del Cauca brotan aún, con aroma de café, colores, mil colores, como expresión de gente cálida, amable y hospitalaria, orgullosa de su pasado y con una fe inmensa por el futuro” (Antonio Castañeda).

En la primera entrega, los textos de Barichara fueron de Jorge Orlando Melo y Antonio Castañeda; los de Villa de Leyva, de Piedad Bonnett y Monika Therrien, y los de Santa Fe de Antioquia, de Juan Luis Isaza Londoño y Alberto Velásquez Martínez.

En la segunda entrega, los textos de Del Cabo de la Vela a Nazareth fueron de Weilder Guerra y Alberto Salcedo Ramos; los de Providencia, de Rudolf Hommes y Jairo Archbold, y los de Ambalema, de Alberto Escovar Wilson-White y Antonio Castañeda.

Con la colección Pueblos, LetrArte Editores plasma la huella de nuestro territorio, y ratifica así su compromiso con nuestro patrimonio histórico y cultural. En el 2011, LetrArte Editores se suma al homenaje que representa para el país la reciente declaratoria de nuestro Paisaje Cultural Cafetero como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

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