La cantante colombiana Alea nos hablo sobre 'Alborotá'

Alea es Guajira, vivió años después en Medellín y logró un cupo en una de las escuelas más importantes de música en el mundo como lo es Berklee College of Music, así que después de estudiar en Boston decidió irse a vivir a Nueva York.

Desde el Bronx cuna de la salsa y del hip-hop hablamos en ‘Amantes del Círculo Polar’ con la cantante colombiana sobre su nuevo álbum ‘Alboratá’. 

Definir la música de Alea es complejo debido a la diversidad de ritmos que pone a conversar entres sí, además cada día es más arriesgada al compartir composiciones que creíamos no hacían parte de su paleta musical, el vallenato o la ranchera, pero se sienten más como homenaje que otra cosa.

El jazz brilla en gran dimensión, una fuerte dosis de pop más los sonidos tradicionales de Colombia. Sus melodías poderosas, ritmos de la tierra y sentidas conversaciones musicales provenientes del detallado y respetuoso trabajo en cada instrumento se sienten a lo largo de ‘Alborotá’.

Una comunión en el que suma la cumbia, el landó; creando un universo sonoro vivo, ancestral, pero a la vez neoyorquino.

El proyecto musical de Alea es todo un concepto visual y sonoro. El esperado segundo álbum rompe los moldes de la música latina y las dinámicas de producción digitales. Un disco singular, que muestra que no hay estereotipos en torno de la música latina y de la música en general.

Su propuesta se aleja de los clichés contemporáneos al tiempo que renueva las tradiciones sonoras de toda Latinoamérica.

La placa combina de forma única el folclore latino con un contenido personal lleno de fuerza, feminismo y perseverancia.

Producido por Sinuhé Padilla Isunza, quien comparte con Alea esa actitud de renovación y búsqueda constante, en Jarana Records, ‘Alborotá’ se desmarca también de las lógicas de la producción digital, pues su construcción parte únicamente del uso de instrumentación acústica, toda una rareza en estos tiempos.

‘No me apaga nadie’en palabras de Alea “El título hace referencia al fuego interior, al fuego que eres. No permitir que nadie te atenúe. Es una llamada a la rebeldía y a la libertad en una sociedad en la que tienes que abrirte paso para formar parte de la conversación.”