Joaquín Sabina hizo un concierto cachaco

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Foto: EFE

El artista español visitó Colombia con su gira 500 Noches para una Crisis, Medellín y Bogotá disfrutaron de más de dos horas de concierto.

La fría noche del sábado del 30 de mayo de 2015 es un ejemplo de la cultura que respira la ciudad de Bogotá, a pocos metros de distancia los rumberos disfrutaban de la primera noche de ‘Salsa al Parque’. Y en el Palacio de los Deportes los amantes de la música de Sabina disfrutaron de un recital de alta calidad .
 
Pasadas las 8 de la noche los espectadores capitalinos se sentían impacientes porque aún no comenzaba el concierto, algunos aplausos demostraban la ansiedad, siguieron pasando los minutos, varios, hasta que salió la banda con un total de 8 músicos de primer nivel. Como era de esperar ‘Ahora que…’ fue la canción con la que inicio la fiesta. El cantautor saludó a todos los cachacos por estar ahí. También se disculpó porque sus movimientos no eran los de siempre debido a que se lesionó en México “No sé preocupen ustedes, si me ven como ya me han visto arrastrar un poco la pierna derecha, por suerte no es la del medio” comentó el poeta y comenzó la joya de la corona ’19 Días y 500 Noches’.
 
Decir que Sabina es  un grande es un pleonasmo, sin embargo tenemos que volverlo a decirlo y no por mencionar que tiene corazón paisa, cachaco y un poco costeño, no, su amabilidad es una cualidad más, pero su talento parece no tener límites. Él, flaco que rima con cachaco es un buen intérprete de la guitarra, una voz áspera pero cautivadora, hasta aquí nada nuevo, pero sorprende ahora también como pintor a los fanáticos quienes disfrutaron de sus obras, ya que en el escenario que tenía tres pantallas, dos a los lados y una en el fondo del escenario en la cual pasaron sus trabajo pictográfico mientras interpretaban la música.
 
El poeta dice a todos los asistentes el por qué de la gira. Palabras más, palabras menos fueron varios los motivos que los llevaron o mejor los trajeron a Colombia. Uno de ellos, la necesidad de oxigenarse en América en medio de la crisis que vive España, la otra fueron siete vasos de whiskey que le hicieron creer que ‘19 Días y 500 Noches’ era un gran disco y que valía la pena volver a tocarlo en vivo.
 
Y de su talento volvemos a sus cualidades, a su grandeza, a esa humildad de darle el espacio a sus colegas para que brillen como estrellas, cambiando de rol para hacer coros, o guitarra secundaría o simplemente dejando el escenario para que otros sean las luminarias de la noche. Sobre sus músicos dijo “Ellos están en el proceso creativo desde el principio, yo escribo las letras dos de ellos, dos y medio de ellos, hacen conmigo las melodías así que muchas de estas melodías les pertenecen tanto como a mí” dijo el pintor.
 
Pero no sé quedó en palabras cada uno de los seis músicos y la cantante tienen un espacio especial para el show, el primer ejemplo fue el de Jaime Asúa guitarrista que cantó mientras Sabina dejó el escenario y así lo hizo con todos los músicos que lo acompañan.
 
Sin embargo, uno de los momentos más emocionantes de la noche fue cuando invitó a una ex novia colombiana, una paisa que cantó con él hace decenios en Londres “todo fue fantástico que si me enamoré, sí. He estado 36 años sin volver a verla, hace 4 años toqué en Medellín vino a verme” comentó Sabina. La chispa después de tantos años de ausencia continuó y la invitó al concierto, ella es Claudia Gómez quien no sólo cantó con él, pues se quedó sola en el escenario y compartió tres canciones más de su autoría, mientras el público no paraba de aplaudir.
 
Siete minutos antes de las 11 de la noche finalizó el recital que dejó a los adictos de Sabina completamente satisfechos por la demostración de música, pintura y humor. Estaremos a la espera de una próxima excusa para volverlo a ver en una cachaca noche dirigida por Joaquín Sabina y sus 16 acompañantes que giran con él.
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