Consecuencias por el apagón en las redes sociales

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Foto: código espagueti

El apagón de las redes sociales tiene repercusiones económicas, sociales y personales, ya que muchas de esas aplicaciones son usadas como medio de trabajo.

No es extraño que las plataformas de la compañía de Marck Zuckerberg tenga interrupciones temporales en sus servicios, pues suelen arreglarse en poco tiempo, sin embargo, en esta ocasión la falla perduró durante seis horas, lo cual causó incertidumbre.

Por esta razón, la organización de hackers y ciberactivistas Anonymous se atribuyó el hecho. Sin embargo, las autoridades no confirmaron que efectivamente la falla de Facebook haya sido producto de una acción coordinada por el grupo de ciberataque.

Durante la caída mundial, la compañía identificó “un cambio de configuración defectuoso” en sus servidores provocando el apagón de los servicios de  Facebook, WhatsApp e Instagram, impidiendo a 3.500 millones de personas acceder a sus redes sociales y servicios de mensajería.

Con esto se reabre el debate sobre si es conveniente que casi todo internet y la sociedad giren en torno a una única compañía, teniendo en cuenta que no solo es un problema de polarización que promueven los efectos nocivos en la salud metal de los usuarios, sino el hecho que Facebook se ha hecho dueña de lo que ven y consumen los ciudadanos en internet y que a su vez, cada vez más negocios dependen de este tipo de plataformas.

Miguel Ángel Mendoza, experto en seguridad informática de ESET LATINOAMERICA habló en ‘CiberPlaneta’ sobre las repercusiones económicas, sociales y hasta personales que tuvo la caída de Facebook, WhatsApp e Instagram y qué tan vulnerable está la ciberseguridad en las plataformas.

Frances Haugen quien trabajo en Facebook como gerente de Producto en el Equipo de Integridad Civil hasta mediados de 2021, aseguró que la empresa tenía conflictos de intereses entre lo que era bueno para el público y lo que era bueno para la propia empresa, siempre optaban “por sus propios intereses, como ganar más dinero”.

Así mismo, destacó que el algoritmo de la compañía el cual decide qué aparece en el feed de cada usuario, tiende a mostrar fake news y contenido relacionado con discurso de odio.

La desinformación es más común en las regiones de habla no inglesa, Haugen asegura que Facebook “no se molesta” en contratar a investigadores en otros países para combatir las noticias falsas escritas en otros idiomas y que la compañía siempre ha actuado como si fuera “imposible ampliar estos equipos”. En algunos casos, según explicó, Haugen, esta falta de control sobre la desinformación ha hecho que incluso muera gente.

A pesar de los inconvenientes, Facebook confirmó que los servicios vuelven a estar activos, aunque no descartan que tardarán en llegar al 100% de su rendimiento.

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