Con tragedia comenzó ‘And Just Like That… Un Nuevo capítulo de Sex And The City’

Volvemos a las series, pero podríamos decir que es la serie, ya que ‘Sex And The City’ comenzó en 1998 con seis temporadas que fueron toda una revolución por su humor, el ritmo y lo novedoso que ha sido su propuesta a pesar de tener dos películas más y ahora regresan a su casa HBO en su formato inicial.

A pesar de hablar de un sistema de televisión pago y hoy una plataforma, esto nunca fue una limitante para la popularidad que logró. Aquí en Colombia la vimos en varios canales y es imposible no mencionar las referencias que hacían The Simpson y otras cintas. Es cierto, son cuatro amigas ricas de Nueva York con las que las personas sintieron empatía.

Pero ¿Cómo es eso o fue eso posible? ¿Qué puede tener el mundo en común con ese grupo hegemónico? Y las llamó a ellas como hegemónicas porque realmente impusieron la moda, su modo de hablar y de actuar, se convirtieron en un referente.

Y sin duda el dinero no lo ocultan, ni tienen la menor intención de hacerlo, la magia radica en poder compartir los problemas globales con los espectadores como tener el corazón roto, qué pasa si a mi pareja no le gusta el sexo oral y a mí me encanta, la fidelidad, la relación ideal y podemos seguir y seguir con demás cuestionamientos que no podíamos hacerle a Google y que la serie abordaba.

Eso no es todo ‘Sex And The City’ además, de exaltar el dinero, el glamour, la moda y Nueva York, hay algo vital y es la amistad, por esa razón duele que en esta nueva etapa no esté Samantha Jones, sin duda la más carismática de las cuatro y una voz que empoderó a millones de mujeres.

La larga introducción es porque de los primeros dos episodios no se puede hablar mucho sin destripar la producción, ya que en este primer capítulo parece que no pasa nada o mejor que es simplemente uno de calentamiento a lo que vendrá y no, lamentablemente no es así, rompe el corazón desde su inicio y nos dejan con una tristeza para lo que viene.

La variedad de las voces crece y eso sin duda le da un dinamismo a la narración, hasta la voz de Samantha está presente. Carrie (Sarah Jessica Parker) en estos tiempos ya no es la reputada columnista, ahora hace un podcast con compañeros más jóvenes y parece no estar a la altura de ese producto auditivo, sin embargo, lo intenta.

Charlotte (Kristin Davis) podría ser el único personaje que no se incomoda, que no tiene un reto mediático de esta tercera década de un nuevo milenio para conectar con el nuevo público, no ella sigue siendo la tradicional y sus problemas son más universales como la de seguir en un mundo ideal, de vestir a sus hijas con bellos vestidos de diseñador y que sean perfectas, pero ellas adolescentes no quieren complacer a su madre, sino que tienen su propia voz.

La mejor amiga, Miranda Hobbes (Cynthia Nixon) es el personaje más rico en matices y retos, la personalidad de llevar su cabello blanco, estudiar con jóvenes mientras desarrolla su maestría, hacer comentarios desacertados por nerviosismo, ser la única que lleva libros en tiempos de tabletas, pero no es lo único, es madre de un adolescente que no deja de tener sexo con su novia y no de ser la mejor amiga de Carrie.  

No dejamos de pensar en lo triste que es ver Willie Garson que hace el personaje de Stanford que murió el año anterior.

Del señor Big, prefiero no hablar. Solo quiero recomendar esta franquicia que siempre será una de las preferidas por lo bella que es visualmente y por ser aparentemente trivial y ser realmente profunda.