“Ábrale las puertas al asesor Glottmann”

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Foto: Publimetro.com

Quizás muchos de nosotros no recordamos que eran los  almacenes J.Glottmann. y me incluyo,  porque para  saberlo tuve que recurrir a mis padres.  Por poner un ejemplo podríamos decir  que era el  CODENSA o CHEVY PLAN, de las décadas de los 40 ‘s hasta parte de los 90’s.

Jack Glottmann sin conocer más idiomas que el rumano y  sin dinero partió a América Latina en 1928 cuando apenas contaba con 16 años  de edad, siempre fue un soñador. Tenía poca experiencia en el comercio, sin embargo a pesar de dichas circunstancias llegó a ser  el dueño de grandes  imperios como Icasa  y J.Glottmann.

Perú fue su primer país anfitrión donde se radicó por un año empleándose en diferentes oficios. Allí también pronunció sus primeras palabras en español, su estadía fue corta porque se vino para Colombia con un amigo en busca de mejores oportunidades. Viajó por el Rio Magdalena que en ese momento era el principal medio transporte interno del país, llegando a Barrancabermeja y allí pensó en la idea de montar su primer negocio trayendo artículos novedosos, básicamente electrodomésticos.

Jack inició su trabajo con un comerciante que compraba decenas de telas, él se desempeñaba como calculadora humana, poco a poco se fue independizando hasta que logró montar un negocio propio con venta de pieles de cocodrilo, un buen principio para incursionar con éxitos en los negocios.

Cambio su actividad y decidió vender radios y discos, siendo una novedad en los años 30  ya que el privilegio de tener un radio era para lo más pudientes, pero Glottmann ideó una técnica de mercadeo con las ventas a crédito, puerta a puerta. Por supuesto esta idea se popularizó y decidió trasladarse a Bogotá donde montó un almacén en la Plaza de San Victorino con la razón social La Casa del Radio.

El negocio dio buenos dividendos, así que empezó a importar todo lo que era novedoso en Colombia y fue así como creció a pasos agigantados y en 1948 montó la primera sucursal desde Tunja hasta la Costa, en ese momento la empresa cambió de nombre  se empezó a llamar J. Glottmann S.A. El buen momento lo hizo acudir a nuevos proveedores importando máquinas de coser Elna, equipos de fotografía, neveras, entre otros electrodomésticos.

Sin embargo, en los años 50 hubo un cambio en el modelo económico del país y esto lo llevó a tomar la decisión de ensamblar neveras y refrigeradoras , por lo tantonació la Industria Colombiana de Artefactos S.A (Icasa).

La compañía se mantuvo hasta el 3 de noviembre de 1959 cuando murió Jack Glottmann.Sus hijos, Jaime Glottmann quien tenía 22 años y Saulo 24, se encargaron del manejo de la empresa. Jaime dirigió los almacenes y Saulo a Icasa hasta 1974. La cadena Glottmann contaba con noventa almacenes en todo el país, y en 1990 las ventas de la compañía al exterior sumaron 4.5 millones de dólares.

Pero en 1991 se cayó el imperio J. Glottmann, bajo la grave acusación de captación ilegal de dinero, y la pregunta es ¿Cómo le pasó esto a Jaime Glottmann, el hombre que heredó de su padre este gran imperio? ¿Cuánto influyó la decisión del gobierno que regulaba las importaciones para incentivar el mercado interno?

Sin duda todos los  colombianos de esa época recuerdan a los almacenes de electrodomésticos más famosos, almacenes J Glottman. Por ejemplo mis padres recuerdan con  precisión el comercial de la firma “La Gran Feria de la Facilidad” era así como  decían dos payasas que seguramente influyeron a una marca de hamburguesas. A pesar de lo terrorífico del comercial mi familia abrió la puerta al Asesor Glottman quien vendía a crédito con 30 meses de garantía televisores, neveras y máquinas de coser Brother, perdón por la modestia pero compramos todo, es más aún conservamos ésta última.

Mi madre, doña Miryam llegó a  la carrera 13 con calle 61, donde hoy en día hay almacenes de ropa y ventas ambulantes, allí quedaba uno  de los epicentros de comercio más grande de Bogotá, donde muchos colombianos adquirieron electrodomésticos a cuotas, el financiamiento era muy sencillo ya que se manejaba a través de boletas de pago y al culminar daban una carta de propiedad de los productos comprados.

El Asesor Glottmann era un vendedor puerta a puerta quien llevaba un catálogo de ventas, igual que hizo Jack cuando comenzó la travesía de ser empresario, es decir, sin perder la línea de venta. lLego vinieron los concursos, miles de personas acudían al programa ‘Pare o siga con Glottmann’ algo parecido al  ‘El precio es correcto’ con la esperanza de ser los acreedores de todos los premios.

Sin embargo todo es un recuerdo,  en 1991 la Superintendencia de Sociedades declaró en concordato a esta compañía ya que sus deudas llegaban a los 32 mil millones de pesos. El dueño, Jaime Glottman, salió del país con rumbo a Israel.

Comercial glottman.

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