‘Licorice Pizza’: Solo quiero correr hacia ti

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Foto: SEMANA

La novena cinta de Paul Thomas Anderson ya está en los cinemas, un acontecimiento que los amantes del cine no debemos perder.

Es imposible no sentir mariposas en el estómago, esa ansiedad que se tiene mientras se está en la silla de la sala de cine antes de que comiencen los avances de las nuevas producciones que están por estrenar. Luego, unos minutos después llega la tan esperada cinta de Paul Thomas Anderson y sabes que vas a vivir algo importante.  

Y es que Anderson se caracteriza por hacer obras maestras como: ‘Boogie Nights’ (1997), ‘Magnolia’ (1999), ‘There Will Be Blood’ (2007), ‘The Master’ (2012), ‘Phanton Thread’ (2021) entre otras. En ‘Licorice Pizza’ dirige, produce, hace fotografía y escribe.

La rodó en 35 milímetros, costó una fortuna que no recuperará en taquilla. Vale la pena mencionar que esta producción la comparan con ‘Erase una vez en Hollywood’ de Quentin Tarantino, es cierto que son muy diferentes, pero comparten la nostalgia de la época y la mirada autobiográfica.

Sin más rodeos, nos centramos en ‘Licorice Pizza’ una sencilla, magnética y magistral obra que cuenta una historia de amor o mejor de atracción entre un joven de 15 años con una mujer de 25.

La pareja de protagonistas, hacen su primer protagónico, Gary Valentine es interpretado por Cooper Hoffman, hijo del fallecido actor Philip Seymour Hoffman que fue fundamental en la filmografía de Anderson. El papel de Alana Kane, lo hace Alana Haim, miembro de la banda de rock y pop Haim que conforma con dos de sus hermanas.

Gary es un estudiante de secundaria famoso por ser un actor, una estrella en ascenso en la industria del entretenimiento, mientras ella que ya no es una adolescente parece estar sin rumbo, nada traumático, pero puede llegar a no tener un gran futuro.

Alana y Gary se hacen muy cercanos, socios, ya que Gary es muy bueno para los negocios, sin embargo, esa cercanía no parece trascender de la amistad debido a la diferencia de edad.

Así que pasa de todo y no pasa nada, es decir, invierten en negocios, pero la relación no prospera, conocen nuevas personas y la relación se deteriora, y a la vez hay una crisis de petróleo, el mundo sigue girando y ella se mete en política, él hace su propio negocio y sentimos que como espectadores comienza otra película o va por otro rumbo.

Lo único que tenemos claro es que no sabemos que pueda pasar, pero mientras eso pasa, vemos una iluminación brillante, planos secuencias que son la especialidad de la casa, escuchamos una banda sonora de antología, aparecen Sean Penn, Tom Waits y Bradley Cooper, y unas maravillosas tomas mientras la pareja no para de correr.

Es una pena que una historia en la que la adolescencia es clave cuente con una restricción a menores de 15 años, es cierto que la sensualidad está presente, que el licor y las drogas también, pero no son el centro, lo que brilla es el amor, el ingenio, la amistad y por más que queramos alejar a los adolescentes del mundo real que mejor que la ficción para contestar una que otra pregunta que ellos puedan tener.

Licorice Pizza’, es una de esas joyas que, sí están al alcance para disfrutar, otra obra magistral de Paul Thomas Anderson.

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