‘La Casa Gucci’, El imperio de la moda

A los 84 años edad, Ridley Scott nos presenta su segunda producción en el año, ‘El último duelo’ y ahora ‘La Casa Gucci’ evidenciando su fortaleza profesional y en este reciente trabajo no tiene nada discreción al contar esta historia dramática en tono de sátira y comedia.

La cinta está basada en una historia real, adaptada de la novela escrita por Sara Gay Forden, ‘The House of Gucci: A Sensational Story of Murder, Madness, Glamour, and Greed’ que traducimos libremente como ‘La casa de Gucci: una historia sensacional de asesinatos, locura, glamour y codicia’ en la que se reduce la esencia de la trama.

La narración nos lleva a los años 70 en Italia y se desarrolla por dos décadas en las que vemos a los familiares que llevan una especie de linaje gracias al estatus que les da su marca, aunque como lo citamos antes, la cinta expone acontecimientos ampliamente conocidos, preferimos no ahondar en esos hechos simplemente para no destriparla, teniendo en cuenta que muchos de quienes quieren ir a las salas de cine ni siquiera habían nacido cuando se produjeron las noticias que le dieron la vuelta al mundo.

Lo que sí está claro es que presenciamos a una familia que no es mafiosa, pero que en ocasiones lo pareciera, el mal y el buen gusto que creemos es algo subjetivo aquí se distingue de manera fácil y eso nos hace pensar que estamos demasiado manipulados por los grandes emporios de la moda.

Lo que demuestra sin duda su poder mundial, el de la moda, el de las grandes marcas, los diseñadores que marcan épocas y que transforman de una manera tan notoria y que a veces llegamos a pensar que es arte, pero que también nos asusta al deducir que es simplemente una buena publicidad que nos manipula.  

Pues, Gucci es tan grande que ni el crimen, la codicia y la traición afectan su emporio.

Ya que, por decisión no vamos a ahondar en qué les pasó a los miembros de la familia Gucci, sí queremos resaltar la calidad del largometraje, de lo atractiva que es, a pesar de lo exagerada, de lo caricaturesca que puede llegar hacer.

En la narración nos ubicamos fácilmente en el paso de los años por el cambio de vestuario de los actores y por la cantidad de canciones de moda que no dejan de acompañar los hechos, sin embargo, cuando no suenan los grandes éxitos brilla el silencio, la música incidental parece que no existiera y eso le hace perder ritmo.

El reparto es simplemente sorprendente, de lujo, Al Pacino, Jeremy Irons, dos veteranos que siempre disfrutamos en la gran pantalla, pero sin duda el gran atractivo recae en los otros tres estelares el patético personaje de Paolo Gucci interpretado por Jared Leto, irreconocible.

Como es habitual Adam Driver (Maurizio Gucci) es tan formidable que a pesar su personaje podemos empatizar con él, así sintamos un poco de remordimiento al hacerlo y la mejor es la codiciosa Patrizia Reggiani, interpretada por Lady Gaga que no nos deja de sorprender por la gran calidad en su actuación.

Para finalizar, quisiera compartir una frase con la que inicia el relato de la novela de Mario Puzo, ‘El Padrino’ en la que le dan el crédito a Balzac “Detrás de toda gran fortuna hay un crimen”.