‘El padre’: Devastadora y genial

LAUD The Father.jpg
Foto: LAUD

La primera película del dramaturgo Florian Zeller, una historia sobre la demencia senil.

Poco a poco nos vamos a poner al día con las producciones que protagonizaron los premios Óscar, y no hacen parte del catálogo de las grandes plataformas que por fin llegaron a las salas de cine.

Comenzamos este camino con ‘El padre’ (2020) una narración en primera persona de un hombre que sufre demencia senil. El novelista, dramaturgo, Florian Zeller presenta su ópera prima con una novedosa forma de narración.

Vemos en primera persona el caos y la desorientación que sufre un adulto de más de 80 años, además el reto que esto significa para su hija ¿Qué es lo mejor para su padre? Y como no dejar de hacer el cuestionamiento ¿Qué será lo mejor para ella?

Las preguntas pueden tener una respuesta simple por ejemplo buscar un centro especializado en donde mejor lo cuiden, pero más allá de la búsqueda de la respuesta ‘The Father’ nos habla del día a día, de un paso del tiempo inclemente que nos supera y que evidencia la fragilidad humana.

Es casi imposible no hablar de la cinta sin destriparla, por esa razón nos vamos a limitar a describir los dos personajes centrales, interpretados por dos actores consolidados y que con maestría nos acercan a la complejidad que vive una familia ante el deterioro mental de uno de sus miembros.

Anne (Olivia Colman) es una devota hija que hace todo lo posible por el bienestar de su progenitor, en su actuación se ve a una mujer fuerte, pero cansada, trabajando sin cesar al borde de la desesperación.

Anthony Hopkins ganó el Óscar a mejor actor por este papel, el de Anthony, sin duda una obra maestra, enorme, sin exageraciones, con diferentes tonos con una diversidad de registros que parecen imposibles de prever en las primeras escenas.

Nada de lo que la película muestra nos puede orientar al acto siguiente, hay giros y más giros, los espectadores sentimos y compartimos la mirada de Hopkins, no es fácil, no porque no entandamos, sino por todo lo contrario, comprendemos la confusión espacial y temporal que padece una persona que pierde su claridad mental.

Devastadora y genial, absolutamente recomendable. Seguro nos vamos reír, pero lo más posible es que nos vamos a descomponer. Así que usted puede ser como Neo y yo como Morfeo, usted elige la pastilla azul con la que puede seguir con su realidad o escoger la pastilla que este caso no es roja, sino una producción que va a transformar la forma de ver el mundo. ¿Qué prefiere, verla o no?

Share this