¿Qué pasó con…?

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Foto: LAUD

Los seres humanos tendemos a rememorar por medio de olores, imágenes y sonidos, usando nuestro sentidos: Olfato, gusto y tacto.

Así como nuestro nombre nos identifica, también llevamos una huella que es única, no solo dactilar, también la llevamos en nuestra forma de ser, hablar, caminar, relacionarnos y hasta vestir. Una huella que puede perdurar en los recuerdos de quienes nos conocen y han tenido algo que ver con cada uno de nosotros.

Seguramente usted recordará a alguien por el nombre, por su imagen o por su aroma. Esto no sólo nos pasa con las personas,  pues existe un fenómeno neurosicológico llamado "anclaje", en el que se relacionan estímulos sensitivos, visuales, auditivos, con el recuerdo de una situación o lugar. Los seres humanos tendemos a rememorar por medio de olores, imágenes y sonidos, usando nuestro sentidos: Olfato, gusto y tacto, es así como  nos vendrá alguna sensación a la memoria, y aunque sea durante segundos volvemos a sentir esa situación como si fuera un déjà vu.

Por esto los invito a que hagamos un corto viaje al pasado y recordemos tres de los nombres y marcas que dejaron alguna huella en nuestras memorias.

Si había un producto que no podía faltar en las loncheras o en el “mecato” de los colombianos eran lo “Chitos”, esos que tenían un sabor único y en cuyo interior venían con figuritas de plástico, con cabezas intercambiables del “Chavo del Ocho”, el “Pájaro Loco”, “Tom y Jerry”, los infaltables personajes de “Disney” entre otros. En 1960 se funda Savoy Brands, conocida como la inolvidable Jack’s Snacks, y en 1998 se fusiona con  la firma estadunidense “Frito Lay” del grupo PepsiCo Inc. con el fin de fortalecer sus operaciones internacionales, es aquí cuando los apreciados “Chitos” cambian su nombre a los ya mundialmente conocidos “Cheetos”. Se debe mencionar que esta misma empresa compró la firma paisa “Cronch” en 1995.

Otra de las marcas recordadas por los colombianos es la famosa abejita de “Conavi” la misma que muchos relacionaban con la abeja más popular de los dibujos animados “La abeja Maya”. En 1974 nace en Medellín la “Corporación Nacional de Ahorro y Vivienda” nombre que era un reto para hacerlo sonoro publicitariamente La agencia “Jaime Uribe & Asociados” se la juega con un acrónimo para acortar el nombre y de allí sale la marca recordada hoy en día como “Conavi” y en su imagen se inspiraron en la abeja ya que este insecto lo que recolecta lo ahorra y multiplica para su futuro. "La gente quiere a Conavi, Conavi quiere a la gente" y "Conavi, el banco que quiere a la gente",  fueron los dos eslogan que conocimos de esta entidad financiera que hacía el año 2005 se fusiona con Bancolombia, en este año queda en el “Panal de los recuerdos” la abejita colombiana.

Y como olvidar el olor a televisores que han estado encendidos por más de ocho horas, el aroma a caratulas recién impresas y  el inconfundible plástico de las cajas demuestra de las películas de estreno en “Betatonio”. Ir a alquilar sus películas era uno de los mejores planes para el fin de semana que recuerdo. Fueron más de 27 años que duró esta empresa colombiana brindando diversión y entretenimiento.

“Betamax Club-Tonio” empezó con un solo local en el barrio La Soledad de Bogotá y fue fundada por un emprendedor colombiano llamado Manuel Alzate,  poco a poco se fue popularizando como  “Betatonio”. Alcanzó a tener 35 tiendas, la mayoría en Bogotá, también en el municipio de Chía y hasta en Neiva. Esta marca colombiana le ganó por muchos años la batalla a “Bluckbuster” multinacional que arribó al mercado colombiano en 1995. Hasta que llegó la tecnología y con ella la “piratería”, aquellas películas en formato Betamax y VHS, que tenían un poco más de complejidad al momento de copiar,  pasaban a formato DVD, el cual era más económico y de mejor calidad de video, sin dejar a un lado la oferta de la televisión por cable, la popular llamada “Perubólica” o “Tv Cable” y la oferta de “PPV – pague por ver”. Sumándole a esto podía tener una película en cualquier semáforo o en San Andresito por $10.000 y en la actualidad desde $1.000. A finales del 2007 Manuel Alzate anunciaba la salida del mercado de este tipo de  entretenimiento en nuestro país.

Seguiremos recordando aquellas marcas que dejaron huella en la memoria de los colombianos, algunas consumidas por las multinacionales “Godzilas” que consumen empresas en países como el  nuestro y aquellas que han evolucionado con el tiempo. 

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