Hip Hop para Dummies

Acercarse a la cultura Hip Hop es fácil debido a su musicalidad pegajosa. La  influencia del R&B, lo hacen aún más llamativo. Los elementos que forman la cultura Hip Hop son el graffiti, la música que es el Rap y a su vez tiene como novedad otros componentes: Dj, los pinchadiscos que conocemos de vieja data, Mc, los cantantes, animadores que vienen de los maestro de ceremonias. El baile, es el Break dance, la elasticidad y el excelente estado físico de los B-boys es sorprendente. 

El reto de estar en una transmisión de una cultura la cual desconozco sube la adrenalina y hace que el tiempo pase mas rápido de lo que usualmente transcurre, a pesar de tener  la información, invitados y el sonido de la consola, se hace un limbo, con el permiso de la Iglesia Católica está más vivo que nunca. No es suficiente el esfuerzo por instruirnos en música, cuando no existe la pasión por escucharla. Así que hablar con propiedad del Rap se hace más difícil; el no distinguir auditivamente las diferentes escuelas del Hip Hop, hace que la teoría se vaya al piso.

Algo que me llamó la atención es la unión de la comunidad Hip Hop, su presencia fuerte en el festival va más allá de disfrutar el evento, por ejemplo la plenaria distrital y su constate participación con Idartes (Instituto Distrital de las Artes), resalto la paciencia del instituto para sentarse a dialogar, llegar acuerdos y complacer sus peticiones.

Musicalmente quiero mencionar dos proyectos que me gustaron por su calidad. El primero, Alejandro Cole, encargado de abrir el concierto el sábado, acompañado de una banda con guitarra, bajo y batería y varios Mc. Otro grande, mas convencional fue el Mc Kano, de Medellín, conciente de dejar huella, su colectivo creó un montaje que dio una lección a los simplistas que sólo creen que pararse en el escenario es tener ganas y energía. 

El estigma, en contra de las personas que usan la ropa ancha y accesorios en la cabeza difícilmente va cambiar y más cuando muchas de las personas que piden dinero en la calle y se ganan su sustento con su interpretación musical, inician o cierran su presentación con prefiero hacer esto, antes que robar o no falta el que menciona agradezcan que no soy una ladrón y otros que confiesan que robaban en tiempo pretérito.

Al terminar la transmisión, el día domingo, caminaba por la calle 53, al frente del barrio Pablo VI,  rumbo a la emisora y cuatro jóvenes en la parte posterior de una buseta, después  de botar basura por la ventana y ver mi mala cara por su comportamiento, gesticularon groserías, pusieron su dedo índice entre sus ojos y después me señalaban, uno de ellos con gran estilo y mostrando su experiencia esputó sobre la ventana del vehículo en reiteradas ocasiones.

La experiencia nos dice que para ser ladrón no importa la ropa ni la música que se escucha, pero seguramente gracias a las expresiones y ademanes, la estigmatización perdura en la cultura Hip Hop.

Precisamente con el tema de la estigmatización quiero terminar este escrito y con la presunción de inocencia, todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario. Lo de los jóvenes del bus son la minoría y seguramente su inmadurez y hecho de estar en compañía y al ver que los miré con un gesto de desaprobación, hizo estimular esa reacción.

Lo que yo no puedo entender es el comportamiento de los policías, en el momento que uno ingresa al parque. Jamás, había sufrido la requisa o las requisas en un festival al parque como éste. Quiero anotar que no me he perdido ningún Rock al Parque, muchos de ellos como espectador y otros como trabajador. Además he ido muchas veces al estadio y a otros eventos culturales.

Fue una lástima el trato con la prensa. Tres requisas me parecen exageradas para ingresar al evento, contar con una hora de antelación para una transmisión es poco tiempo, pero antes fue imposible. Quitarme los zapatos es un acto humillante, desocupar los bolsillos de mi chaqueta y mi pantalón me parece innecesario y entregar el cinturón que me acompañó en los últimos cinco años, me pareció profundamente triste, sin olvidar que mostré la credencial del Festival, la cédula de ciudadanía y el carné de la emisora. Gracias a una policía, tengo que terminar con algo positivo, una joven con cara de niño, como el que me hizo quitar los zapatos, no me quitó la pila AAA, esencial para el retorno (escuchar) de la transmisión, gracias a ella pude decirle al pequeño que la memoria usb tenía un virus, pero que aún así la iba a entrar al festival.