Blog de Andrés Vallejo Ramírez

Así como nos quieren hacer cambiar la palabra masacre o endulzar un horrendo crimen llamándolo falso positivo no me pidan usar el lenguaje incluyente.

Las palabras nos ayudan a ser precisos, a pesar de repetirlas podemos decir que son pertinentes. Lo contrario ocurre con interesante, una palabra que debería ser prohibida en la argumentación. La usamos sin piedad y el resultado es vaguedad y ambigüedad.  

La Policía no debe matar, torturar, ni abusar de su poder. Y el presidente no los puedo premiar con una foto de respaldo aumentando más la distancia que hay, así será muy difícil que la ciudadanía vuelva a confiar en esa institución luego de la masacre en Bogotá de 14 víctimas.

¡Por favor, no más muerte, no más violencia! que este, ¡por favor! no sean las últimas palabras que digamos antes de morir.

No podemos decir que el silencio es cómplice de la violencia, si maltratamos a quienes se unen en una noble causa. Debemos acabar con los insultos a quienes votaron por Duque, estén o no arrepentidos o por quienes votaron en blanco o no votaron. Es decir, no puede ser válido solo votar por Petro.

Nunca más limpieza social, ni guerrillas, ni paramilitares, ni ningún grupo que crea que hay muertos buenos y que la violencia es solución cuando es claro que ha sido nuestro peor problema.

Es infame creer que hay un hombre poderoso encerrado en su casa formando a su sucesor que como requisito sea tener su propio apellido. Y que la mujer sea ajena a todo eso. Esa novela mafiosa nada tiene que ver con un reflejo de la sociedad.

No nos importan los niños, ni el aborto, si fuera por la mayoría de los colombianos aprobamos que los adolescentes puedan pagar sus culpas en la cárcel.

No debe haber una nueva constitución, ni reformar las altas cortes, solo para tratar de favorecer al hombre más poderoso del país. No me alegra su situación, pero sí creo afortunado que no siga en el congreso.

Por Covid-19 murió Javier Barrrero, llevó a cuidados intensivos a Manuel Stevez y tiene a Mónica encerrada en la casa mientras es monitoreada cada ocho horas. Para todos los que han sido víctimas del Covid un abrazo virtual y lamento lo difícil que han sido las últimas semanas.